miércoles, 21 de marzo de 2012

EL SERMON PROFETICO DE DIOS

Jesús es el vínculo indispensable entre las profecías apocalípticas del Antiguo Testamento y las del Nuevo.
Como estudiante de Daniel que era, Jesús nos proveyó información que aclara el contenido y cumplimiento de las profecías de Daniel y reafirma su validez para la iglesia cristiana.
Las profecías apocalípticas cristianas están firmemente establecidas en las enseñanzas de Jesús a sus discípulos y por medio de ellos a la iglesia.
En este artículo estudiaremos una de las mayores revelaciones de Jesús a sus discípulos.
Siguiendo el patrón profético de Daniel, Jesús comenzó sus sermones con lo que iba a ocurrir a partir del tiempo de su ministerio hasta el momento de su retorno en gloria para establecer el reino eterno de Dios sobre la tierra.
No inició con el imperio babilónico sino con el romano -el cuarto reino de Daniel, que entonces gobernaba- y concluyó con el quinto reino de Daniel: el reino de Dios.
El sermón de Jesús tiene un propósito básico: exhortar a la iglesia a ser fiel y a velar al enfrentar y experimentar los amenazadores eventos históricos que precederán al glorioso regreso de Jesús desde el cielo. Este sermón intenta desanimar la agitación prematura respecto al tiempo del segundo advenimiento al listar una serie de eventos y señales que lo precederán. Aunque el sermón de Jesús no pone en duda la certidumbre del evento en sí, indica de manera implícita que el tiempo será mayor que el que algunos pueden pensar. Sin embargo, todo es parte del plan de Dios.

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