Muchos no lo creen, pero una palabra puede herir más que una bofetada, hacer más daño que el físico, y dejar cicatrices que tardan mucho más en curarse que las de nuestro cuerpo.Muchos no se dan cuenta del verdadero poder que tienen las palabras, y las usan sin cuidado y sin preocuparse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario